martes, 21 de julio de 2009

¿Cómo ayudar a los niños a enfrentar sus temores?

"Tengo miedo"
"¡Hay algo debajo de mi cama!
"Estoy asustado. No quiero ir al baño solo"

¿Cuántas veces hemos escuchado éstas frases? Quizás las suficientes como para preocuparnos y pensar si habrá "algo malo" en nuestro hijo/a que esté provocando estas reacciones de miedo acompañadas de llanto, gritos y manifestaciones de ansiedad. ¿Por qué no puede dormir solo, si ya tiene 9 años? ¿Por qué se asusta tanto si llego un poco tarde a recogerla de la escuela?. Este pequeño articulo, pretende darle a usted algunas pistas que pueden ser de utilidad para ayudar a su hijo/a enfrentar estos y otros temores. Iniciaré con algunas ideas básicas en torno al temor infantil.

1. Los temores de los niños cambian a medida que ellos crecen. Esto se debe a que sus experiencias cambian, su forma de pensar, su razonamiento y la capacidad de su vocabulario se expanden y lo mismo se refleja en su potencial de sentir miedo. Cuanto más exploran, más precauciones y advertencias reciben y más heridas experimentan de primera mano. Es decir, pasamos de : "Ten cuidado con el triciclo" a "ten cuidado al salir a la calle con tu bicicleta", a "cuidado se roban el carro". Desde muy pequeños, a los niños les es fácil percibir el peligro. Esta idea conlleva hacia un segundo punto:
2. Cualquier experiencia de la niñez que atente contra la seguridad de un niño/a y genere temor o amenaza puede conducir a un trastorno de ansiedad. El temor y la ansiedad son bastantes similares. Un temor real tiene un objeto de peligro identificable, ya sea real (un ladrón dentro de la casa) o imaginario (una sombra que parece ser un ladrón). Cuando sentimos ansiedad, tenemos el mismo sentimiento de temor, pero no sabemos por qué. El peligro es subconsciente. La imaginación de un niño/a puede crear temores.
3. Los niños no nacen con temor. Aprenden a temer. Se desarrolla y por tanto, gran parte de él puede prevenirse.

¿Cómo desarrollan los niños el temor?
  • A través de la experiencia. Un único episodio traumático puede ser suficiente para que el temor se instale y continúe estando presente durante toda la vida. Y si esa experiencia desagradable se repite una y otra vez, puede volverse mucho más fuerte. Cuando no se trabajan estos temores, se generalizan y abarcan otras situaciones u objetos y los pueden trasladar a la vida adulta.
  • Pueden aprender algunos de sus temores de nosotros, los adultos. Los niños aprenden del ejemplo y del aprendizaje por imitación. Cuando los niños ven temor en sus padres, suelen adoptar esos mismos temores y fobias como propios.
  • Otro sitio donde los niños pueden observar temor o terror es en la televisión. Presentan muchas situaciones irreales y exageradas que suelen asustar a los niños. Comienzan a creer que lo que ven es real y que eso podría pasarles a ellos.
  • Una fuente de temor es que los niños se sientan desvalidos cuando se enfrentan a un peligro real. A medida que van creciendo, necesitan descubrir que sí tienen la capacidad de cuidarse a sí mismos. Los niños que carecen de esta creencia, o que no han recibido el estimulo para desarrollar esta confianza, son propensos a tener temores. Estos niños pueden asustarse antes de que realmente suceda algo.
Existen muchos factores que influyen en los temores de un niño /a. Su temperamento, las experiencias, los pensamientos y la imaginación, todos tienen un protagonismo. Lo que debemos preguntarnos es qué condiciones existen para que mi hijo/a alimente su miedo. Tenga presente que cuando se da más de una de estas condiciones, los temores de sus hijos se combinarán y se volverán exagerados.

¿Cómo podemos ayudarlos?

  1. Hágales saber a sus hijos que es correcto tener miedo. Al hacer esto, puede reducir los sentimientos de culpa y vergüenza de sus hijos. Hable con ellos acerca de sus propios temores de la niñez y hágales saber a sus hijos que esos miedos ya no están más en su vida. Esto puede ser un aliento para ellos.
  2. Hágales saber a sus hijos que es correcto hablar acerca de sus temores. Muchas veces puede servir que sus hijos dibujen sus sentimientos en un papel o que representen sus fantasías o la utilización de títeres para hablar acerca de sus temores.
  3. Ayude a que aprendan una nueva respuesta o conducta para reemplazar su respuesta al temor. Motive a sus hijos a imaginarse no sintiendo miedo en una situación que normalmente lo asustaría. Pidales que cierren sus ojos e imaginen la situación que les causa temor, utilice la respiración pausada para generar tranquilidad en los niños y ayúdelos a que traigan a su mente una imagen de vencedores del miedo.
  4. Cuando presente el miedo pregunte: ¿Cuál es tu temor más grande?, y ofrecerle consuelo y calmarlo. "Tienes miedo de que el perro te muerda o te arroje al suelo. Es muy cariñoso pero se puede emocionar y a veces saltar. Simplemente porque te sientas asustado no significa que realmente haya algo que temer.
  5. Ejemplifique nuevas respuestas: "Voy a acariciar el perro y a dejar que me lame la mano. Observa".
  6. Emplee un enfoque gradual: "Puedes observarme a mí y al perro desde la ventana. De ese modo te sentirás seguro. Después de un rato me puedes observar desde la puerta. Luego me puedes observar de cerca".
  7. Ayude a su hijo/a a comprender que su temor es transitorio. "Lo hiciste muy bien. No es sencillo hacer algo que te pone nervioso, pero tú lo hiciste. Estoy seguro de que podrás hacerlo de nuevo".

La Oración de Hoy

La Oración de Hoy
EL AMANECER Y EL ATARDECER SON REGALOS QUE DIOS NOS HACE TODOS LOS DÍAS. TOMATE UNOS MINUTOS PARA ADMIRARLOS.

Seguidores

Contador de Visitas